El sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado (SIBO) es un tipo particular de disbiosis que se ha relacionado con múltiples problemas de salud. En su abordaje es fundamental realizar un estudio diagnóstico causal. En cuanto a su tratamiento, el enfoque farmacocentrista consistente en el uso de antibióticos como único enfoque terapéutico, como si fuera una enfermedad infecciosa, no tiene en cuenta el carácter de ecosistema del microbioma intestinal. Por otro lado, a menudo en el SIBO existen déficits nutricionales que se deben corregir para lograr un equilibrio a largo plazo del estado de salud intestinal.
En este contexto, ciertos probióticos de cepas específicas son una herramienta interesante para mejorar los resultados del tratamiento. Algunos de los mecanismos de acción que explican los beneficios de estos productos son su capacidad de fabricar bacteriocinas, la modulación del sistema inmunitario, o la reparación de la situación de excesiva permeabilidad intestinal. Asimismo, permitirán aumentar la presencia de especies y géneros de microorganismos beneficiosos frente a los patobiontes que suelen estar presentes en el SIBO. Adicionalmente, algunas moléculas interesantes como la lactoferrina o de micronutrientes tienen también un papel en el panorama terapéutico del tratamiento de las personas que padecen de SIBO. Revisaremos algunos de estos componentes en esta conferencia.